Desde mi trabajo como Líder de los Programas de Exámenes y el tiempo que llevo trabajando en este campo he presenciado más de una situación embarazosa donde nosotros mismos, las personas viviendo con VIH nos estigmatizamos frente a la sociedad.
Cuando he empezado a ayudar personas recién diagnosticadas el 99% de las veces he escuchado un “no quiero que nadie se entere” y eso la verdad es muy pero muy humano y comprensible, vivimos en una sociedad muy discriminadora que rápidamente y sin dudarlo dos veces te puede poner en una situación de auto rechazo y autodestrucción.
La mayoría de las personas que he ayudado, el 98% de las veces, han sido personas que se encuentran en una situación legal irregular, en estos casos se puede comprender otro tipo de miedo además del rechazo y el estigma social.
En la ciudad de Miami, Florida, por ejemplo, las personas que no cuentan con seguro médico deben recoger su medicina todos los meses en la única farmacia de ADAP disponible para todo el condado. Muchas personas no quieren ir a buscar su medina pues no quieren ser reconocidos o identificados por ninguna de las muchas personas que van al mismo lugar por el mismo motivo. Y la razón principal es que entre las mismas personas que vivimos con el VIH actuamos muchas veces con maldad, revelamos malintencionadamente el estatus de personas que conocemos sabiendo cuáles serán las nefastas consecuencias de esto en muchos de los casos.
Es una situación difícil, ver como algunas personas están poniendo en juego su salud por culpa de algo que no debería ser un problema, y yo me pregunto por qué razón los seres humanos somos tan crueles muchas veces entre nosotros mismos?, muchas personas que he tenido la oportunidad de conocer cuando escuchan la palabra VIH es como si su mente se moviera a la década de los años 80, los años de las películas y documentales tan fuertes y traumáticas que hemos visto los más jóvenes y que vivieron los como decía mi abuela, los de la vieja guardia.
Las personas deben entender que, no vivimos nunca más en esa época oscura del VIH, vivimos en el año 2017, donde el VIH no es más que una enfermedad crónica, con la cual se puede convivir sin mayores complicaciones, que las personas que portamos el virus del VIH podemos incluso tener hijos, podemos estar indetectables siguiendo nuestro régimen de tratamiento y evitar así transmitirle el virus a otra persona.